¿Llegó el momento de cambiar de empleo Aspectos que debes tener en cuenta antes de decidir

¿Llegó el momento de cambiar de empleo? Aspectos que debes tener en cuenta antes de decidir

En ocasiones el cansancio, el estrés, las entregas pendientes, el problema que aún no sabes cómo resolver, te hacen pensar que es hora de buscar un nuevo empleo. 

Y aunque sean señales válidas, quizás no son suficientes para tomar la decisión final. 

Por eso, para que hagas una lectura objetiva de tu situación, te presentamos 8 aspectos importantes que la psicóloga Elisa Martínez García de El Prado de Psicólogos (Madrid) que debes tomar en cuenta si crees que es o no, el momento de cambiar de etapa. 

1. Escucha las señales de tu cuerpo: Tu cuerpo siempre es el primero en mostrarte cuando algo no va bien, por eso es importante que tengas en cuenta las señales que te da, algunas pueden ser:

  • Desmotivación: si los domingos  enfrentas el inicio de semana con mucha ansiedad o si perdiste el entusiasmo y ya no disfrutas realizando ninguna de tus tareas.

  • Frustración: cuando sientes que tu esfuerzo no recibe el valor y reconocimiento que merece. 

  • Irritabilidad: cuando tu insatisfacción es tan alta que al mínimo llamado de atención, sugerencia o comentario, reaccionas con ira. 

  • Agotamiento físico y mental: si constantemente estás cansado, tienes problemas para dormir, eres más sensible de lo normal, sufres de dolores estomacales, musculares o de cabeza.

  • Tristeza: si sientes que tu trabajo está afectando tu vida a nivel emocional, personal y afectiva. 

2. ¿Continuamente te comparas con los demás? 

Si usualmente sientes que tus amigos ganan más dinero o están en cargos más altos que tú, debes saber que compararte nunca será bueno, ni en tu trabajo actual ni en uno nuevo. 

Compararte solo crea frustraciones que pueden alejarte de tu propósito de vida. 

Está bien que te evalúes a ti mismo y descubras qué puedes hacer para mejorar y avanzar, sin embargo, ten presente que cada persona evoluciona a un ritmo diferente. 

También es importante que analices tus condiciones laborales actuales ¿realmente son tan malas?

Puede que no tengas un cargo directivo soñado pero quizás, esto te permite dedicarle tiempo a prepararte más o a disfrutar otras pasiones. 

El salario podría ser mejor, pero ¿tu oficina queda cerca del trabajo y tu horario es flexible? 

Trata de poner todos los aspectos en una balanza, esto puede ayudarte a tener un panorama más claro,  si después de hacerlo, descubres que no hay una razón buena para quedarte, será más fácil tomar la decisión. 

3. Piensa a corto y a largo plazo: 

Identifica lo que realmente buscas en el ámbito laboral, quizás aún no lo tengas claro y hacerte estas preguntas puede ayudarte:

¿Cuáles son tus prioridades? ¿Cómo te ves en 5, 10, 15 años? ¿Este trabajo te acerca a lo que quieres lograr? 

4. Sé realista: 

Debes saber que el trabajo perfecto no existe, siempre habrá aspectos que definitivamente nunca serán de tu agrado. 

Un gran porcentaje de la población no está satisfecha con su sueldo, sus vacaciones o las políticas de la compañía, si te está pasando algo similar, deberás evaluar el grado de interferencia o malestar que esto genera en ti, si puedes convivir con ello o si existen posibilidades reales de mejora. 

5. No decidas en caliente:
 No te dejes llevar por tus emociones, si lo haces, puedes llegar a tomar una decisión apresurada y poco reflexiva solo por un momento desagradable, mejor cuenta hasta 10, respira y reflexiona en lo siguiente:

¿Cómo te sentirías si tuvieras que estar los próximos tres meses sin trabajar? ¿Acabarías aceptando algo peor por desesperación? Tal vez así descubras que mantener tu puesto, aunque sea temporalmente, no es tan terrible.

6. Comunícate (pero con inteligencia):

Si tu decisión de marcharte es definitiva, piensa cómo puedes anunciarlo de la mejor manera, agradeciendo por las cosas aprendidas, quizás hasta se de la posibilidad de negociar.

Recuerda que la vida da muchas vueltas y nunca sabes si los volverás a encontrar en el camino, lo mejor es salir en buenos términos. 

7. Estar “quemada” tiene arreglo:

¿Estás agotada física y mentalmente? ¿Tienes estrés, te cuesta concentrarte y dormir bien? ¿Ya no rindes igual y te gana la desmotivación? Quizás lo que necesitas es tomar un respiro. 

El Prado Psicólogos recomiendan una serie de prácticas que te ayudarán a revertir la situación:
-Regula tus hábitos, controla las horas que duermes, lo que comes y haz deporte.

-Planifica tus objetivos, no te pongas metas tan grandes, mejor organízalas, priorízalas y conviértelas en algo realizable. 

-Dedícate tiempo de calidad para ti y para los tuyos.
-Habla con algún(a) compañero(a) de trabajo y pregúntale si experimenta una sensación parecida.
-Evalúa tus prioridades según tu proyecto de vida. 

Si después de hacerlo aún no consigues mejorar, consulta con un(a) profesional en la materia, para que te oriente y te brinde acompañamiento más específico. 

8. No te sientas limitado a trabajar en lo tuyo:

Está bien acumular experiencia laboral, lo que no es tan recomendable es hacerlo en un mismo puesto durante mucho tiempo, ya que esto puede encasillarte.

Pregúntate ¿estás donde quieres estar? Nunca tengas miedo de reinventarte ni de seguir formándote. Tal vez tu descontento no es con la empresa si no con la labor que realizas. 

Esperamos que este artículo te oriente y te ayude a tomar la decisión que realmente te conviene y que necesitas. 

Fuente: https://www.harpersbazaar.com/es/cultura/viajes-planes/a25990206/cambiar-de-trabajo-senales-consejos/

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