Esta técnica permite corregir malos hábitos para evitar problemas de salud y asegurar el éxito en los tratamientos de ortodoncia. Se realiza por medio de "ejercicios que se hacen encaminados a fortalecer todo lo que es la estructura facial: mejillas, labios, lengua, paladar y mentón. Cuando hay alguna anomalía en ellos debido a un mal hábito, se comienzan a dar los dientes. Por ello la terapia miofuncional se considera también ortodoncia preventiva", explica la doctora Ángela María Bonilla Suarez, fonoaudióloga terapista miofuncional de Comfandi.
Con esta terapia, entonces, además de bruxismo, es posible corregir la mala respiración oral; la interposición de la lengua entre los dientes; o ese hábito de chuparse el labio inferior o superior, o en su defecto el dedo. También se corrige es de comerse las uñas o la necesidad de morder constantemente objetos como los lapiceros. Además, la terapia miofuncional es fundamental para quien tiene dificultades de articulación.
Igualmente hay casos de personas a las que se les dificulta pronunciar bien letras como la R o la L y se les aconseja, antes de acudir al fonoaudiólogo, hacer la terapia miofuncional para fortalecer sus músculos que intervienen en el habla y aprender buenos hábitos.
“Hemos tenido pacientes incluso de 65 años. La edad no es algo tan trascendental para realizar esta técnica”, agrega la doctora Ángela.
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